Y fallece la noche

terminando un viaje

por la médula del sueño

de los hijos  del viento.

Fallece la noche

en el corredor aéreo

donde se fraguan las ilusiones

que luchas por hacer realidad.

En la ventana, la luz te hace un guiño,

sucumbes a esa complicidad

dejándote arrastrar por lo soñado

y caminas sonámbulo

por una playa imaginaria

cuya arena calienta la planta de tus pies,

y miras a lo lejos

divisando el puente de espuma

donde la noche ha fallecido

regalándote esperanza.

Sonríes,

Se disipan las brumas.

Avanzas…

MÉDULA  HIJOS  AÉREO  PLAYA  PUENTE

Palabras de Mario Murgueitio

África Sánchez López