Nada más necesito

que ese alimento bañado de luz

con el que me alimentaba

tu mirada,

puedo asentar las entrañas

con la firmeza de quién lo ha dado todo

y guarda,

en esa entrega,

cada paso dado desde mi cuerpo

hasta tu alma,

cada lágrima vertida cuando la incomprensión

nos regaba,

con instantes de tiempo vestidos de palabra,

nada más necesito

que sentirte en el viento,

absolutamente todas, todas las mañanas,

 lunes de enero,

 viernes de octubre,

la semana entera, toda la semana,

y saborear el recuerdo de tus silencios,

mientras,

nuestros cuerpos bailaban.

Me siento por ti, habitada.

LUZ   FIRMEZA  PASO  VIENTO  SABOREAR

Palabras de  Concha Loranca

África Sánchez López