En el remendado trazo

del tan complejo hilo

de la vida

se mecen mis entrañas,

dejándose perder en el laberinto

de una isla,

donde sentirse náufrago

es lo extraño.

Sabe la mente como huir

de ese naufragio

pero no quiere subirse al roble

que  flotando,

le llevara corriente abajo

a liberarse de la sombra

que su mirada esconde.

Le gusta a la mente,

cansada y débil,

especular con los limites

de la resistencia,

preguntándose irónica

cuales serán

los límites de la paciencia.

LABERINTO  NÁUFRAGO  ROBLE  SOMBRA  ESPECULAR

Palabras de Fernando Marías

África Sánchez López