Y faltando en el cosmos
de tu abismo
un atisbo de luz,
quise ser luciérnaga
en la proyección de tu sombra
y darte vida,
no era cosa sencilla
extraer de tu ADN
un soplo de alegría.

Quise bailar contigo,
embriagar de música tu corazón
para, en ese tornasol
de tus latidos,
sacar ondulaciones
de esperanzador brillo,
no pude con tu mirada,
aunque por momentos
el calor de tus manos me engañara,
tus lágrimas me enternecieran,
me he sentido
objeto de tu egoísmo.

Hoy soy yo quien necesita
bailar con mis neuronas
y mi serotonina
para al menos,
sentirme viva.

COSMOS  LUCIÉRNAGA  ADN  TORNASOL  SEROTONINA

África Sánchez López