A veces el alba se me antoja pasado
en un presente donde pretenden
sumir en la penumbra la memoria,
borrando
con la ira del poder hoy en sus manos,
poemas que fueron herramientas,
de una libertad que palmo a palmo
cubrieron bocas
sedientas de derechos.
A veces se vuelven rígidos los huesos,
se aposenta en mi boca el silencio,
y lloro, a veces, porque siento
que amenazan con volver a este presente
cadenas que habíamos cortado,
páramos que habíamos sembrado,
con lluvia y sol
con dolor y llanto,
a veces, siento que vuelven
sombras de ordeno y mando
disfrazadas de voto
escondido en el silencio
de aquellos, que callan asustados.
Y lloro, salgo a la calle mirando, a veces
con mi memoria rebelde,
digna en mi soledad, gritando,
que nadie ha de borrar los versos
que a fuego llevo en mis labios.
Ni al nacido en Orihuela
han de volver a enterrarlo.

África Sánchez López