Existen mentes desguazando barro
sobre arboledas felices,
entre el barro, escondidos en humedades,
llevan simiente que esparcen
virus traidores llegando a las raíces
y con una peligrosa, falsa dulzura,
instigando el azoro y la sorpresa,
van llenando sin mesura,
de adarces la vida entera
en océanos de dolor.
Y la dicha que fluía
va perdiendo su color,
los pétalos se marchitan,
se va muriendo la flor.
Existen mentes, que, al salir de su escondite,
van sembrando desazón
matando la primavera.

A.S.L.

Cuidado