Quise aprender a volar
en la infinitud de tus formas,
donde el calor de tu mirada
y el fuego de mi deseo
se hizo poema.

Quise llegar al mar
en los ríos de tu aroma,
subirme en la barca de tu espalda
y en un naufragar de besos,
varar en la arena.

Quise abrazar y abrazarme
a tus sueños y mi zozobra,
perderme en ti cada mañana,
robar tu nombre al silencio
y esconderlo en mis venas.

Quise adorarte y orar,
hacerte un altar cual diosa
en la espuma de las olas,
cumbre de mi tormento
donde nunca me esperas.

Quise, pero tú no has querido,
la blanca prisión
en la que vives,
me ha hecho naufragar,
sólo instantes de pasión
me has concedido,
quise volar
quise llegar al mar,
quise adorarte y orar,
quise darte libertad,
quise, pero tú no has querido,
y ahora me devoran ,
tu resignación y mi delirio.

Quise para ti, la luz,
Y tú para mí, el olvido.

África Sánchez López.