De metáfora en metáfora
me salto todas las normas,
jugando con la ironía
siento, lo plasmo y punto,
si llena estoy de alegría
algún que otro anacoluto
o solecismo consciente
regalo a quien quiera leerme,
si la tristeza me invade
como ameba en fango oscuro,
pongo a hervir toda mi sangre
en cacerola profunda
saliendo al aire la espuma.


De tarambana me tildan
los justos y los cobardes,
zascandil, vivalavirgen,
cualquier título les vale.
Yo sigo sin inmutarme,
con mi falange ungular
y el cartílago deshecho,
sacudiendo la barbarie
que de algunas bocas sale.

ANACOLUTO AMEBA CACEROLA TARAMBANA UNGULAR

África Sánchez López