En el anhelo de ser otra
vives perdida,
agonizas en un laberinto de sombras
donde no encuentras olvido,
y, en esas noches de ensueño
que el amanecer te rompe,
viajas con paz fingida.
“Mi niño, niño mío “
Una voz firme de apariencia sabia:
“Se ha ido, se ha ido”
Y tú, perdida en la memoria,
con tenacidad pausada,
“ Vuelve, vuelve conmigo”
El alba dice tu nombre,
la realidad tu apellido,
la soledad del instante
te acompaña al abismo.
Te han robado la vida,
se han llevado a tu hijo,
madre sin alas, frustrado vuelo,
agónico llanto
el de tu silencio.

LABERINTO ENSUEÑO SABIA TENACIDAD VUELO

África Sánchez