Es en ese misterio
de tu esquiva mirada
donde mi parte más salvaje
crece y se desarrolla
hasta el extremo
de quererte y odiarte
al mismo tiempo.
Al reconocerlo,
la respiración se atenúa,
mi puntual bradipnea
consigue un corazón templado
que dominando la lujuria
de desearte tanto,
mece deseo y rechazo
con la misma cobardía
con la que el resto del mundo
acepta y rechaza
olas de inmigración.
Somos todos
pura contradicción.

MISTERIO SALVAJE EXTREMO TEMPLADO INMIGRACIÓN.

África Sánchez López