Se mece el alma
del recién nacido
en la sinfonía que al alba,
crea el colibrí
con su aleteo,
en mi mirada
de infinito amor y silencio,
de incondicional entrega,
germina un jardín primaveral
de rosas, girasoles,
jazmín, pensamientos, romero…
se abren mis labios
receptivos al beso
que recibo de su gorgoteo.
Mi vida, su sueño,
y en la ventana una caricia
que deja la luna
en el alféizar, disimulando
sus ganas de entrar
hasta su cuna.
Victoria la del amor,
tu nacimiento criatura!!

África Sánchez López