En una dura noche
de espanto y quebranto
quise perder la memoria
llenándome de amontillado,
seguí luego con el seco
pasando del tinto al blanco,
el color púrpura del primer vino
se torno pálido en mis labios.

Con sonoras carcajadas
logré subirme al andamio
más alto de mi locura,
dando a la noche,
discursos sobre agricultura,
sintiéndome labradora
de surcos en barbecho
con el corazón maltrecho.

Las horas,
la sensatez me robaban,
siguiendo cruel la memoria
riéndose de mis dudas,
y, de tus besos la textura
agazapada en mi almohada.

Que noche tan cruel,
vomitando venganza.

VINO ANDAMIO  AGRICULTURA  SENSATEZ  TEXTURA

África Sánchez López