EL SILENCIO, LA DUDA

Silencio se me exige

ante la duda

y la piedad aparece

compasiva,

no sé si a los demás

la incertidumbre les molesta,

a mí me destruye

sin que la comprensión

acierte a encontrar su sitio.

El silencio sigue,

nadie escucha,

nadie habla,

mi atención persiste

buscando una respuesta

pero el silencio gana.

Consigo respirar,

aún queda una batalla,

la del adiós definitivo

al despertar el alba.

No quiero más dudas

en el lecho

de nuestras miradas,

no más dudas

donde tendría que,

mecerse la confianza.

PIEDAD  COMPRENSIÓN  ESCUCHA  ATENCIÓN  RESPIRAR.

África Sánchez López