Arrastran rayos de sol
escondidos en las venas
con los vientres infectados
de opaca incertidumbre,
el mar, será de muchos
su húmeda tumba,
cuerpos abrazados
arañan nuestra conciencia,
airean nuestra culpa
pero solo unos instantes…
se nos cierra la boca
de forma intermitente
en un colosal silencio repugnante
que disfrazamos
de imposible ayuda.
Llega la noche para el descanso
exculpatorio,
y un amanecer marino
de blanca espuma,
juega con restos humanos
donde yace la ilusión,
acompañada de una luna,
cómplice
de nuestra indiferencia,
algunos llegarán a sonreírnos,
esa, será su victoria,
testimonio de nuestra miseria.

SOL INCERTIDUMBRE COLOSAL LUNA VICTORIA

África Sánchez López