Cantar en la negrura de la noche
ahuyentando el miedo,
tocar mi propio cuerpo
buscando presencias
en la ausencia del tiempo,
estudiar caminos de fuego
en un alba helada
como si los milagros, todos,
estuviesen a mi alcance
y conseguir jugar
a los mil juegos de una infancia
que, aunque no fue fácil,
no dejo de añorar.
Y así, contra los reveses de la vida,
soñar, creer en mis sueños,
en su belleza,
y seguir hasta embriagarme
de la alegría
de saberme viva,
de sentirme llena.
Sencillamente vivir
con la aprendido, de una forma
más sencilla, más plena.

CANTAR TOCAR ESTUDIAR JUGAR ALEGRÍA

África Sánchez López