Sonríe,
Y en los posos del café
la soledad acechando,
los mismos posos de ayer,
la misma taza,
el mismo plato,
en la mirada, cansancio
y a pesar de todo, ternura,
me tiende sus manos,
que belleza la suya!
la misma que en mi dura infancia
me ayudó a ser libre,
a crecer con esperanza
en una libertad reivindicativa,
la que contenían sus palabras.
La misma taza,
el mismo plato,
los mismos ojos sonriendo
en mi crecimiento raro,
hoy, que no puede reconocerme
mis lágrimas,
no encuentran amparo,
sonríe y me dice:
hija mía,
me llama la muerte.
Sonríe.

CAFÉ INFANCIA LIBERTAD CRECIMIENTO MUERTE

África Sánchez López